sábado, 30 de noviembre de 2013

CAPÍTULO XXIII






05/05/2009


Hace tiempo que vengo estudiando el tipo de respuestas que suele dar mi cuerpo y mi mente a situaciones externas, a las que normalmente respondería de forma distinta.


Ya saben por anteriores confesiones mías, la pasión que siento por mis nietos y, para qué negarlo, sobre todo por mi nieta la mayor, de momento. Pues últimamente no tengo ganas ni de ir a verlos, a veces mis hijas me reclaman para ir a algún sitio o para charlar, estar con ellas simplemente, el sólo hecho de que mi marido me pida algo, cualquier cosa, pues todo esto me molesta, se me hace un mundo. Mi deseo ahora es estar sola, hacer lo que se me apetezca cuando, como y donde quiera, sin que nadie me reclame nada. Me dicen que es una fase, que estoy tan harta de no sentirme arropada, de encontrarme con situaciones y problemas que me cuestan solucionar y que no tengo quien me ayude o simplemente me alargue la mano ofreciéndome su ayuda, que me hace sentirme sola, y que la forma de escapar es buscar esa soledad, pero ésta vez deseada por mi y no impuesta por los demás.

Yo también lo achaco a que los síntomas de la Fatiga Crónica se están agudizando, estoy subiendo de peso porque no puedo ni con mi alma, los dolores son más continuados, cualquier esfuerzo mínimo, el hecho de levantarme de una silla me cuesta. Tengo que deciros que no tengo diagnosticado el Síndrome de Fatiga Crónica, aquí en Andalucía o por lo menos en mi ciudad y concretamente con los médicos que me atienden, hablar de éste síndrome es recibir la contestación de que es la misma enfermedad que la fibromialgia. Pero yo conozco a personas con Fibromialgia que tienen más energía que yo, y por lo tanto realizan muchas más actividades con menor esfuerzo.

Hay momentos en que lo único que deseo es cerrar los ojos y dejarme llevar por la relajación total, y eso me asusta, porque siempre he intentado que éste blog sea un arma de enfrentamiento a la enfermedad, un forma de verla distinta a la que la solemos ver, negativa, dolorosa, cautiva, aislante.



Por ese motivo quiero salir de aquí, por vosotros-as, los que me leéis, porque sé que confiáis en mi para demostraros que la fibro no es el fin de nada, simplemente un cambio de forma de vivir.











CONTINUARÁ...
(Imágenes descargadas de Internet)











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