viernes, 6 de diciembre de 2013

CAPÍTULO XXVII





14/11/2009




Fue hace unos años, cuando acercándome a un grupo de Fibromialgia por Internet, la conocí.

Al principio solo eran retazos de diálogos entre personas unidas por un vínculo como es la susodicha enfermedad. Con el tiempo, poco tiempo, nuestras almas y nuestros corazones decidieron salir de esos cuerpos enfermizos y volar sin barreras de países ni de sexos, ni tan siquiera de religiones y personalidades, para unirnos de una forma nunca vista ni conocida en la vida real ordinaria.

Comenzamos a sentir una serie de sentimientos los unos-as por los otros-as, sentimientos de amistad profunda, entrega, dolor por las desgracias, alegría por las bienaventuranzas, sin tan siquiera conocernos, totalmente inexplicables para muchos.

Pero nosotros-as si lo entendíamos, nos había unido no sólo la enfermedad, sino la incomprensión, el desencanto, la indiferencia y la insolidaridad de todos aquellos que seguían pensando que la Fibromialgia era cosa de gente “depresiva”. Pero al contrario de lo que la gente piensa, cuando la mayoría de nosotros nos reunimos, bien virtualmente o en nuestras “kedadas”, lo que menos hacemos es deprimirnos, para eso ya están los que no nos creen. Nos ayudamos entre sí mediante bromas, chistes, nos reímos de nosotros mismos, y de esa forma cultivamos la única medicina que nos puede ayudar un poco, la que va contraindicada con la soledad, LA COMPAÑÍA.


Elena era una de los nuestros, la conocí en persona en una de nuestras "kedadas", menuda, hermosa y simpática, era toda vitalidad, animaba cualquier situación y su positividad se contagiaba. Fueron suficiente dos días intensos de charlas, abrazos, miradas reales, a los ojos de verdad, para que ése vínculo que ya nos unía de por sí, fraguara, y que si no hubiera sido por su repentina marcha, hubiera durado toda la vida, estoy segura de ello.

Su muerte, repentina e inesperada, ha supuesto un antes y un después entre los que la conocíamos y la queríamos. Yo no pude asistir a otras reuniones, pero de todas formas, estoy segura de que las próximas que nos traiga el futuro, ya no volverán a ser igual que las de antes, faltará uno de sus pilares, faltará ELENA.


Mi más sentido pésame para su familia.


Amiga, te quiero DESCANSA EN PAZ





CONTINUARÁ...

(Imagenes descargadas de Internet)


No hay comentarios:

Publicar un comentario