domingo, 30 de abril de 2017

CAPÍTULO XI









(03-04-2017)


“QUIERO QUE ALGUNA VEZ SE PONGAN EN MI LUGAR”




Cada día me es más imposible de recordar cómo es vivir sin dolor.
¿Pueden los familiares o amigos saber qué significa para nosotros pasar cinco minutos, no ya diez ni treinta, sino cinco minutos sin dolor?
Últimamente me dicen mucho eso de “ya sé que te duele, ¡claro como a mí cuando hago esto o aquello otro!”, en esos momentos ¡siento una rabia que me invade las entrañas! Y me gustaría decirles alguna cosa, pero ya paso de seguir dando explicaciones, me agota y gasto la poca energía que tengo y necesito para salir adelante otro día más. Si ni tan siquiera entre las personas que padecemos fibromialgia hay un grado concreto de dolor que nos iguale, ¿cómo pueden llevar casi catorce años, sin comprender lo que padezco, y sin tan siquiera ponerse en mi lugar?
Creo que el mayor problema para que nadie comprenda la situación de las personas con Fibromialgia (FM), Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) o Sensibilidad Química Múltiple (SQM), sobre todo las dos primeras que son las más invisibles, es que no hay o no encuentran la forma de imaginarse ni de ponerse en nuestra piel. Les digas lo que les digas, hacen oídos sordos a través de una operación matemática simple y equivocada:                                                           
Aspectos visibles de la FM + aspectos visibles del SFC = 0, cuando en realidad es: Síntomas de FM + Síntomas de SFC = dolor + cansancio x 10.
Parece una tontería sacada de la manga, pero es tan cierta como que (y siguiendo con las matemáticas) 2+2= 4.
Esta mañana me levanté con neuralgia. A las siete y media de la mañana sonó el móvil junto a la cabecera, se habían equivocado, pero fue tal el sobresalto, y la ruptura de un sueño poco reparador, pero que necesitaba tanto, que mi cabeza absorbió todo el dolor admisible por mí. Además me acosté sobre las cuatro, con pastilla y todo no pude quedarme dormida antes; a veces me quedo dormida en el sofá, pero anoche ni eso. Mi cabeza seguía dándole vueltas al tan ajetreado mes de junio que me espera. Saldrá mi primer libro publicado, está basado en la primera parte de mi blog, y aunque estoy muy ilusionada tanto movimiento como el que me espera, me asusta. Temo no dar la talla en cuanto a fuerzas y energía para soportar las idas y venidas que tendré que llevar a cabo, presentaciones, firma de libros, encargos por correo, coche arriba, coche abajo. ¡Si voy en coche desde aquí al hiper y antes de entrar me pongo mal! Últimamente el dolor que más se repite es el de cabeza, bien en forma de cefaleas, migrañas, jaquecas, o neuralgias, ¿quién sabe?, el caso es que creo que los abarco todos y me hago un lío. También las lumbares me dejan poco tiempo de respiro, sobre todo cuando hago las tareas de casa, que como sabemos casi todas se resumen en agacharte y levantarte mil veces al día, y basta que tengas un día chungo, para que se me caiga todo de las manos
Bueno, creo que lo mejor es ir pensando en el día a día e ir trabajando a mi ritmo, lo importante es no sucumbir al desánimo.



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