Quiero resumir en pocas palabras el resultado y las consecuencias de aquella operación, aún después de tres años me sigue haciendo daño recordar todo aquello
Después de una intervención de
casi tres horas, el resultado fue que una hospitalización que en
principio iba a ser de cinco días, se convirtieron en casi 50. Los
cables, vías y drenajes duraron unos cuarenta, a lo que hay que
añadir la visita en el mismo hospital de un psiquiatra para ayudarme
a sobrellevar lo que me había ocurrido, dos transfusiones y una
convalecencia fuera del hospital de otros dos meses en los que tuve
que operarme de otra complicación esta vez derivada de la 2ª
intervención y mi primer "gran brote" de fibromialgia.
Sé que comenzó cuando
noté que los pies se me hinchaban y me dolían hasta el punto de que
apenas los podía dejar caer en el suelo, iba agarrándome a los
muebles o me tenían que ayudar para trasladarme de la cama al sofá
o viceversa, el pelo se empezó a caer e incluso en algunas zonas se
me podía ver el cuero cabelludo. Imposible asearme yo sola, tenía
que hacerlo sentada y además tenía limitado el movimiento de los
brazos. La espalda me dolía cualquiera que fuese la postura que
decidiera tomar: tumbada, sentada, encogida. Las cosas se me caían
de las manos, y lo peor, creía que tenía alzheimer, todo se me
olvidaba, las cosas más importantes se borraban de mi mente, si
unimos todo esto a la depresión post-traumática que traía del
hospital y a la lenta recuperación de todo lo anterior, llegó un
momento en que me encontré, como diría..., "fuera de juego".
Yo creía que todo lo que me estaba ocurriendo nunca iba a acabar,
pasaron 6 meses desde mi ingreso en el hospital hasta que pude salir
a la calle.
Aún recuerdo cómo me hacía
daño la luz del sol, tuve que ponerme gafas de sol durante el día
hasta que oscurecía o me veía protegida por la sombra. Gracias a
Dios el tratamiento para la caída del cabello hizo efecto, no quería
que nadie me viese así, siempre había presumido de un pelo
abundante y bonito, la nueva situación me acomplejó.
A medida que iban pasando los
meses, el "gran brote", fue haciéndose más pequeño, para
entonces ya me habían diagnosticado la fibro y comencé a ir a la
Asociación, ese cambio fue crucial. Aquellas personas salvaron mi
salud mental, hasta ese momento había estado al borde del colapso
nervioso, tantas cosas en tan poco tiempo habían ido minando incluso
mi carácter.
Ahora puedo decir que aquella
persona que un día entró en el hospital, no volvió a salir. Había
nacido de nuevo, iba a aprovechar todas las oportunidades que la vida
me fuera dando para hacer todo aquello que pudiera llenar mi vida y
por consecuencia la de los que estuvieran a mi lado apoyándome.
CONTINUARÁ:
(Imagen descargada de internet)
CONTINUARÁ:
(Imagen descargada de internet)
No hay comentarios:
Publicar un comentario