21/09/06
Pasados los primeros días, me dediqué especialmente a terminar de recuperarme de mi etapa anterior al diagnóstico, pensé que tenía que ir "arreglando" mi vida poco a poco.
Mi
depresión se basaba principalmente en un shock post- traumático por
la operación, notaba como mi mente había quedado marcada por lo
sucedido. Aún ahora que me encuentro bastante recuperada de aquello
(que no de la fibro), sigo encerrando dentro de mí miedos y temores,
consecuencia de "50 días de encierro involuntario" en el
hospital, agravemos esto con la impotencia de no poder controlar EL
DOLOR y de no saber cuando se instalaría en mí el siguiente "brote"
(En fibromialgia llamamos brotes a ciertos episodios irregulares en
los que se unen la fase más alta del dolor con cualquier otro
síntoma asociado).
Una
de las enfermedades asociadas a la fibro, más clara y definida, es
el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC), aunque son enfermedades
distintas, hay varios síntomas que las unen como son, el agotamiento
físico, los dolores en caderas, espalda y piernas, y la perdida de
memoria. El 70% de los enfermos con este síndrome padecen
Fibromialgia, sin embargo sólo el 8% de los fibromiálgicos padecen
el síndrome, lo que sí padecemos es Fatiga Crónica que no es lo
mismo, También cabe destacar el dato de que 12.000.000 millones de
mujeres en el mundo padecen de FM. Los que sufrimos ambas
enfermedades o enfermedad y síndrome, luchamos cada día una batalla
contra el cansancio y al mismo tiempo contra el dolor.
Creo
que he divagado un poco, pero me parecía importante hacer este
inciso.
En
primer lugar acepté la "invitación" de mi médico para
acudir al psiquiatra, después de todo por una causa o por otra, la
depresión existía. Me dieron cita en tres ocasiones, en la última
recibí el alta médica y me derivaron al grupo de terapia de mi
centro de Salud, me pareció que yo no estaba aún en condiciones
para eso, pero "los médicos son los que saben". El grupo
de terapia no estaba dirigido por ningún psicólogo ni experto en
psiquiatría, sino por dos trabajadoras sociales, que sin desmerecer
su profesionalidad, no me parece que estén lo suficientemente
cualificadas para "gobernar" un grupo de mujeres donde cada
cual tiene su propio trauma arraigado. Personalmente no me sentía "a
gusto", me encontraba incómoda, permanecí en el grupo unos
tres meses y lo dejé aun peor.
¿Saben
que una de las trabajadoras sociales me hizo llorar?, pero no quiero
decir que ahondaron en mis sentimientos hasta provocar el llanto
emocional, no, sino que literalmente tuvo un arrebato de locura
transitoria (creo), porque no sé definirlo de otra manera, y a uno
de mis comentarios sobre la fibro me contestó:" pero si eso es
una cosa que se han sacado de la manga para que los laboratorios
vendan más", ¿se pueden imaginar cómo me sentí, recién
descubierta mi enfermedad y además sin conocer todavía como
afrontarla?. Me fui a casa y estuve llorando tres días, hasta que
decidí sobreponerme y pensar que si las cosas estaban así, mientras
antes lo asumiera mejor.
La
guerra había comenzado, había perdido esta batalla, pero vendrían
otras que sí ganaría.
(Imagen descargada de Internet)
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