14/11/2006
Aunque no lo digamos ¿a cuantos de nosotros nos gustaría saber decir NO sin remordimientos?
Eso
nos evitaría muchos dolores. Nuestro problema es muscular por lo
tanto la tensión nos afecta y empeora y ¿no nos provoca más
tensión hacer o dejar de hacer, decir o dejar de decir muchas cosas
al no poder negarnos por temor a sentirnos culpables si lo hacemos?
Un
ejemplo: la vecina tiene que ir a la peluquería, te pides que cuando
recojas a tu hijo del cole recojas también al suyo, no quieres pero
por apuro le dices que sí. Resulta que el niño de la vecina es un
niño "demasiado extrovertido", está claro que cuando se
juntan dos niños la cosa empeora, por lo tanto vas a necesitar más
fuerza y energía para controlar el asunto, como consecuencia llegas
a casa hecha unos zorros y además la vecina aún no ha vuelto y
tienes que quedarte con la "criaturita" en casa
revolucionando todo aquello que tanto trabajo te cuesta organizar.
¿Cómo
se hubiera evitado? Simplemente diciéndole a la vecina, eso sí con
muchísima educación, que estas mal y que precisamente le ibas a
pedir a ella lo mismo. Tu vecina o intenta comprenderte y te pide
disculpas, ofreciéndose ella para ir por los chicos cada vez que te
encuentres mal, o con la cara tirante te dirá, que otro día que te
encuentres mejor te lo pedirá e irá a la pelu, y además se verá
comprometida a recoger ese día a su hijo y al tuyo. De cualquier
manera te librarás de ese día tan horroroso que te esperaba y la
próxima vez te costará menos trabajo negarte.
Otro
ejemplo: Este fin de semana tú y tu pareja habéis quedado en salir
con unos amigos y te hace ilusión, hace tiempo que "el enemigo"
no te deja un rato de relax y ahora parece un poco calmado. Llega el
sábado y "maldita la suerte", la jaqueca y el dolor de
piernas están de turno, por lo tanto no estás en condiciones de
salir, pero ¿cómo le vas a decir a tu pareja después de tanto
tiempo esperando que el día que por fin habíais hecho planes se ha
vuelto a fastidiar?
Tienes
dos opciones: No decir nada, salir y pasar una tarde- noche de
perros, aburrida y soportando dolores al mismo tiempo que aburres a
los demás, o sincerarte y decirle a tu pareja que vuelves a
encontrarte mal y que en vez de salir podríais tener una cena íntima
en casa y luego ver una bonita peli romántica. ¿Qué crees que
elegiría?
Sé
que es difícil pero tenemos que aprender desde ya mismo a decir que
NO de vez en cuando. Yo misma caigo en la trampa infinidad de veces,
con los hijos, los amigos, el trabajo, etc.
Estoy
observando por las personas que voy conociendo que padecen la misma
enfermedad, que tenemos un patrón generalizado y es que solemos ser
de tendencias perfeccionistas, sufridores en silencio y asumidores de
los problemas ajenos, es decir nos afectan muchísimo los problemas
de los demás, incluso a veces nos desesperamos si no podemos ayudar
para solucionarlos. Todas estas facetas de nuestros caracteres
personales, ayudan a acumular tensiones que favorecen el
empeoramiento de la Fibromialgia, y esto ocurre porque nos creemos
capaces de poder con todo lo que subimos a nuestras espaldas, y
nuestro cuerpo opina lo contrario.
Llevo
varios días encontrándome mal y recapacitando me doy cuenta que es
precisamente por el motivo de no saber decir: "mira no puedo
hacer esto, sé que entra dentro de mis funciones hacer lo que me
pides, pero mi cuerpo no me deja y a quien tengo que obedecer es a
él, porque sólo él me va a permitir seguir viviendo”.
CONTINUARÁ...
(Imagen descargada de Internet)
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