(30-08-2017)
“OIGAMOS NUESTRO CUERPO”
Algunas veces cuando no tengo más remedio que
recostarme porque mi cuerpo me lo exige, intento dejar la mente en blanco y
relajarme para ayudarle, pero es tanto el esfuerzo que tengo que hacer para
conseguirlo debido a la intensidad de los dolores, que se convierte en
estresante para mí, algo paradójico, ¿verdad?. Cuesta trabajo, mucho, pero al
final lo consigo aunque me cueste algún que otro fuerte dolor de cabeza.
Si consigo quedarme adormilada, porque está claro y
sabemos que dormidos del todo nunca estamos, al despertarme tengo una sensación
de resaca que me obliga a pensar si hubiera sido mejor no acostarme.
Por eso a veces no sé qué hacer cuando me encuentro
tan mal, si me recuesto en el sofá malo, y si lo hago en la cama peor. Así que
he decidido que seguiré a mi cuerpo en lo que él mismo decida en ese momento,
sin importar lo que ocurra después.
Nuestro cuerpo es sabio, nos avisa, sabe lo que
debemos hacer.
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