CAPÍTULOXXIV

09/06/2009

Hace apenas unos días, conocí a cinco personas impresionantes. Forman parte de un grupo que hace tiempo era tan sólo de unas cuantas desconocidas que se unían en un foro para hacer un estudio psicológico sobre la fibromialgia, pero que se fue consolidando hasta hacernos amigas. Maje, Marian, Mariela, Pilar, Eva y yo decidimos un buen día pasar de conocernos sólo por Internet y hacerlo personalmente; Margot, Pury, Martha, Brenda, María y Alicia no pudieron asistir.
Todas pertenecemos al foro del curso virtual de FM y al de las "Fibropositivas", y como su nombre indica, a el pertenecen personas que han tomado la decisión de luchar, conocer y admirar la vida desde su mejor punto de vista. Cuando nos encontramos nos emocionamos, dejábamos de ser amigas virtuales, a ser amigas reales. Compartimos dos días intensos y pletóricos a pesar de nuestros achaques y de alguno más que se presentó sin esperar, pero en cuarenta y ocho horas nos demostramos como el respeto, la amistad y el cariño aún puede existir entre las personas, !lo conseguimos nosotros que nunca nos habíamos visto!.

Quiero contar esta experiencia desde el punto de vista de varias personas que comparten la misma enfermedad, pero que cada una tiene su propia personalidad y su propia vida.

De Maje diría que es una mujer que aparenta fortaleza pero que las emociones le pierden, está intentando luchar por una causa justa y pone el alma en ello y eso hace que a veces los tropiezos le duelan más.

Marian, es un ser extraordinario que ha sabido superar los duros elementos que la vida le ha puesto por delante y está consiguiendo sus metas.

Mariela, dulce Mariela, cuando la oyes por el teléfono parece un ser tímido y quedito, pero en realidad es una mujer llena de simpatía y ganas de vivir, da gusto hablar con ella.

Eva, es un "torbellino de colores", inquieta, charlatana, simpática y nunca nos deja hundirnos, ¿sabéis cuando nos dan esos bajones de ánimo que no sabemos como tirar?, pues lees un correo de Eva y sales de él, termina haciéndote reir.

Pilar, es otro torbellino, su cualidad cualquiera que queramos ponerle, nunca cansa hablar con ella.

Nuestro encuentro en Madrid fue indescriptible, algunas no pudieron asistir ¡que ya querían, ya! y sobre ellas escribiré en el próximo capítulo, no fuimos de turismo, ni siquiera de paseo, un par de caminatas y el resto del tiempo lo dedicamos a conocernos, a ponerles cara a las voces del skype, a comprobar que éramos auténticas, a consolidar una amistad a la que le faltaba algo: un abrazo, no el virtual que nos damos siempre, un abrazo real, besos reales. Allí nadie se desconcertó porque nos creyéramos distintas físicamente, más gordas, más delgadas, simplemente nos miramos a la cara, sonreímos y nos abrazamos. ¡¡Hasta la próxima amigas!!.

CONTINUARÁ...

(Imágenes descargadas de Internet)