He estado asistiendo a un estudio de la Asociación
de Fibromialgia (AFIJE), basado en el ejercicio y los estiramientos. Acudíamos
dos días en semana en sesiones de una hora. Me ha gustado, me ha hecho sentirme
más ágil y de camino me ha obligado a salir de casa –aunque llegaba molida-. Ya
terminó, pero todos los días en la medida que puedo, repito algunos en casa,
quiero comprometerme con ello.
El compromiso con la idea de mejorar es algo que
debemos grabarnos a fuego, es la única forma de ir hacia adelante y no dar
pasos hacia atrás, aunque deben ser metas a corto plazo, que nos veamos capaces
de terminar. Un ejemplo sería salir a dar un pequeño paseo por los alrededores
de casa, y poco a poco, día a día, alejarnos un poco más; otro, hacer
estiramientos como en mi caso, un par de ellos o tres, e ir aumentando también
con suavidad.
Cuesta trabajo mantener esta rutina, pero debemos
intentarlo por lo menos los días en que no nos veamos muy achacosos, sería
forzar nuestro cuerpo y tampoco es bueno. Hoy, cuando me levanté – o intenté
levantarme- de la cama, desayuné, me tomé la medicación de turno y un par más
para el dolor, aunque no sabía exactamente donde me dolía, y tuve que volver a
la cama y hasta ahora (son las 14:00). No estoy mucho mejor, pero algo es algo,
lo importante es superarlo y reiniciarnos.
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