sábado, 30 de noviembre de 2013

CAPÍTULO XXII










20/03/2009



Desde que no escribo, han sucedido cosas que han cambiado mi forma de ver a las personas. Antes pensaba que era suficiente con creer que estaba haciendo bien las cosas, ahora sé que no, ahora sé que necesitaba que los demás también lo creyeran. Eso me ha provocado dolor. Me han hecho daño, y me he sentido traicionada por personas a las que yo consideraba amigas, sinceras, y en las que podía refugiarme en momentos de tormenta.
He aprendido que puedo considerarme un tipo de persona distinta a la que ven los demás, pero que ocurre no porque no me conozca a mi misma, sino porque la actitud que algunos tienen ante mi no es sincera, entonces te hacen creer que eres de una forma cuando por dentro estan pensando que eres todo lo contrario. Así y todo pienso que si son capaces de mantener una mentira durante tanto tiempo, es porque las que están equivocadas son ellas y no yo. No puedo gustarle a todo el mundo, pero si debo gustarme a mi misma, y después de lo que me han enseñado estas personas, como son la hipocresía, la intolerancia, o la vulgaridad, utilizadas a veces simplemente para hacer daño, me veo mucho mejor persona que antes.

Sabéis todas-os, que las personas con fibromialgia solemos sentirnos más sensibilizados con los sentimientos de los demás hacia nosotros, esto es debido a que han sido tantas las veces que nos hemos sentido atacadas, ridiculizadas y a veces maltratadas por el simple hecho de padecer una enfermedad de la que todavía se conoce poco, que estamos deseando encontrarnos con ese alguien que al fin nos comprenda y que empatice con nuestra situación. Por eso, si la encuentras y además te comprende porque compartís la misma carga, es mucho más dolorosa la mentira, y el engaño, más desgarrador.
CONTINUARÁ...
(Imágenes descargadas de Internet)






No hay comentarios:

Publicar un comentario